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Hope Gala

La Gala de Esperanza es una recaudación de fondos anual organizada por el Hampton University Proton Therapy Institute, con ingresos que financian la atención de pacientes que no pueden pagar el tratamiento.

Es una noche glamorosa de música, baile y comida por una excelente causa.  Mucha gente llega vistiendo un surtido creativo de máscaras, aunque muchos los dejan atrás cuando golpean la pista de baile.  Y quien no bailaría al cantante de soul Morgan James

morgan james

Pero que es la terapia de protones? De acuerdo con el sitio web del Instituto:

“entrega una dosis de energía mucho más precisa al área objetivo, a menudo resultando en menos efectos secundarios y menos daño a los tejidos y órganos circundantes en comparación con los tratamientos tradicionales contra el cáncer”.

A medida que los costos de construcción y mantenimiento de las instalaciones de terapia de protones disminuyen, es probable que los veamos apareciendo en la mayoría de las principales ciudades. Por ahora sin embargo, Hampton Roads es una de las pocas comunidades norteamericanas afortunadas donde este tratamiento revolucionario del cáncer se puede tener.


The Gala of Hope is an annual fundraiser organized by the Hampton University Proton Therapy Institute, with proceeds funding care for patients otherwise unable to afford treatment.

It’s a glamorous night of music, dancing and food for an excellent cause.  Attendees arrive wearing a creative assortment of masks, although many leave them behind when they hit the dance floor.  In 2016, the Gala even boasted up-and-coming soul singer Morgan James as one of its performers.

So what is proton therapy, anyway?  Well, according to the Institute’s website it

“delivers a much more precise dose of energy to the targeted area, often resulting in fewer side effects and less damage to surrounding tissue and organs as compared to traditional cancer treatments.”

As the costs of building and maintaining proton therapy facilities comes down, we’re likely to see them popping up in most major cities.  For now though, Hampton Roads is one of a lucky few American communities where this revolutionary cancer treatment can be had.